TARTA DE QUESO CON "ESPIRALES" DE FRESA

De nuevo esta semana me he sumado al Reto nº 10 organizado por Kanela y Limón en su Facebook y es que cuando vi esta tarta no me pude resistir, menuda pinta!! En mi tarta las espirales brillan por su ausencia, como podéis comprobar, pero aún así he respetado el nombre que le dió Cristina.

Para la base:

150 gramos de galletas Digestive

70 gramos de mantequilla

Para el relleno:

600 gramos de queso de untar

150 gramos de azúcar

200 gramos de nata 35% m.g.

3 huevos

Para las espirales:

200 gramos de fresas

40 gramos de azúcar

Base: Pulverizar las galletas con 2-3 golpes de turbo, añadir la mantequilla en trozos y mezclar 20 segundos en velocidad 5. Cubrir el fondo de un molde desmontable, cuya base habremos forrado previamente con papel de hornear. Reservar en la nevera.

Espirales: Macerar las fresas troceadas con el azúcar durante una media  hora. Triturar 30 segundos en velocidad 5-7-10. Colar y poner de nuevo en el vaso. Programar 7 minutos, varoma, velocidad 1, para que espese un poquito. Dejar templar.

Relleno: En un bol, mezclar el queso con el azúcar. Lo haremos manualmente, SIN BATIR, porque no queremos incorporar aire a la masa para que al hornearla no le salgan grietas. Cuando el azúcar esté bien integrada, agregar la nata y mezclarla de la misma forma. Incorporar los huevos uno a uno y verter la crema en el molde sobre la base de galletas.

Con la ayuda de un biberón o con una cucharilla, echar gotitas de fresa sobre la tarta y con un palillo removerlas un poco dando así forma de espirales.

Hornear al baño María, a 150º durante 1 hora y 1/2. 

* Esto del horno, como pasa a menudo, cada cual conoce el suyo y cada uno es un mundo. Cristina nos decía que lo hiciéramos 15 minutos a 180º y 75 minutos a 110º, pero mi horno normalmente necesita poner un poco mas de temperatura así que lo hice como ya os he explicado.

Una vez hecha, aunque quede un poco blandita, apagar el horno y dejar la tarta dentro hasta que se enfríe totalmente y así terminará de cuajar. Cuando esté bien fría, pasarla a la nevera y esperar hasta el día siguiente para desmoldarla.

* Como os decía al principio, en la mía las espirales se fueron al fondo, así que para que no quedara tan "sosa" le he puesto mermelada de fresa para darle color.

Para ver la de Cristina y todas las que se han presentado al reto, pincha AQUÍ.